El pasado día 2 de mayo fallecía a los 91 años el amigo Mariano, como no se le pudo despedir escribí mi pequeño homenaje en la publicación montañesa Nabaín de este verano.
Lo público aquí porque quiero que quede registrado para la historia.
Se muere la generación que dejó los pueblos del Sobrarbe, Serrablo y Ribagorza para bajar a trabajar a Monzón. Con ellos se extingue la lengua aragonesa en Monzón y en el caso de Mariano, también las artes y la sabiduría de un hombre de río.
Nuestra Zinca, y digo nuestra porque este que escribe también se ha criado junto al río. Como soy de la calle Santa Ana, me he desarrollado junto a un río, uno pequeñito llamado La Sosa que vierte sus aguas en A Zinca, donde hemos dejado cientos de días de nuestra juventud.
Conocimos el río y la importancia de su ecosistema y por eso en plena pubertad nos tocó defenderlo de una escollera que dejaba seco su regancho en lengua aragonesa o si lo prefiere su galacho en castellano fino.
Unos años más adelante, tras mi paso por el Ayuntamiento allí se creó el Museo de nuestra Zinca que los más modernos le llaman el Centro de Interpretación.
Me traías insignias de tus viajes de los encuentros de navegadores de ríos que se convocan por el mundo, será que por ser hombres de río siempre nos hemos llevado bien, así que sabedor de lo que significáis tú y los tuyos la Escuela de Lengua Aragonesa que creamos en Monzón en 1998 llevó el nombre de Nabata.
Y con una foto de agua ilustro este texto, una foto realizada el día cuatro de diciembre de 2010 en la Feria del Libro Aragonés, en el homenaje a otro hombre que hablaba de agua, el ilustre Joaquín Costa donde conmemorábamos el centenario de su nacimiento.
La exposición de pegatinas se llama Ríos Vivos – Pueblos Vivos. Como no podía ser de otra manera la foto la hizo José Antonio Talón, otra persona del Sobrarbe defensor de su río, en este caso el río Susía.
Bueno Mariano, ya estas con Feti, ir a surcar, esta vez los cielos.
Coke Paniello Puig.
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