En 1992 no todo fueron olimpiadas, aves y expos, para nada.
En una pequeña aldea del altoaragón unas familias luchaban por el derecho a la vida y a la vivienda. Esa aldea era un lugar por entonces muy desconocida ya que había estado casi aislada, puesto que a ella se accedía a través de una larga pista en mal estado, que a su vez, partía de una carretera muy estrecha y llena de curvas llamada " el alto del pino".
Hablamos del pueblo de Mipanas, lugar a caballo entre las comarcas de Sobrarbe y Somontano, que forma parte del termino municipal del Ayuntamiento de Naval junto a las casas o pardinas despobladas de Montearnedo, Rosico, La Paúl, La Muela y Lasierra.
Mipanas, como otros lugares de la ribera del río Cinca, quedo despoblado con la construcción del pantano de El Grado en la década de los sesenta . El pantano inunda casi todo el termino y las viviendas fueron expropiadas por la Confederación Hidrográfica del Ebro.
En el año ochenta, un grupo de personas decide abandonar la vida urbana y se instala en Mipanas en unas condiciones muy precarias que con el paso de los años logran ir mejorando a base de mucho trabajo. Fruto del esfuerzo y la inversión consiguen permiso de la Confederación Hidrográfica del Ebro. Mientras, las familias crecen en un territorio despoblado y desvertebrado.
Con la llegada de la nueva carretera se hace visible una superficie espectacular y sin apenas ninguna modificación, y es entonces, cuando empieza la historia que se narra aquí de una forma muy breve, ya que los recortes de prensa hablan por si solos y sirven de nexo en el relato.
El síndrome de la efervescencia constructora del 92 aparece en estas tierras cuando de bote y voleo la Confederación Hidrográfica del Ebro revoca el permiso concedido y demanda el abandono del pueblo a las 26 personas que allí viven, entre ellas diez niños y niñas. Había mas menores allí que entre todos los pueblos de los alrededores juntos.
Los diversos grupos conservacionistas de la provincia crean una " comisión de apoyo " que organiza la defensa mediática de los habitantes de Mipanas, ya que se rumorea por la comarca que lo que se planea es la construcción de diversas urbanizaciones con embarcadero en el pantano.
A la hora de analizar estos acontecimientos no hay que olvidar que todo esto sucede sin internet, sin móviles ni gmail y en una provincia donde hasta hace una década las distancias entre entre localidades del norte y del sur era de varias horas. También es obligatorio decir que por aquel entonces funcionaban cuatro periódicos diarios : Heraldo de Aragón, Diario 16 Aragón, Diario del Altoaragón y el añorado El Día, con su eslogan " tu país es Aragón tu periódico El Día ", así que había mas posibilidades que que las actividades tuvieran mas repercusión.
La Asociación de Vecinos de Mipanas se reunió con el Justicia de Aragón y presentó a la Confederación Hidrográfica del Ebro un informe con una relación de todas las obras desarrolladas desde su llegada y no se hizo efectivo el desalojo.
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